En estos tiempos que corren donde analistas de Twitter y algunos aficionados de clubes europeos quieren saber cada vez más en lo que respecta a las tácticas de fútbol, las formaciones de juego tienden a ser sobre analizadas e interpretadas erróneamente. Los equipos son cada vez más estudiados como un modelo cerrado y marcadas por ciertos estilos de juego una conformación particular. Por lo mismo un comentario que se echa de menos es el de la notoria continuidad entre el Bayern Munich de Van Gaal, el de su sucesor Jupp Heynckes y un modelo o estilo base de fútbol muy similar al que practica Marcelo Bielsa reconocidamente inspirado en el del Ajax de Louis Van Gaal.
En el caso del Bayern Múnich un equipo que ha marcado un antes y un después en el fútbol competitivo de los últimos 12 meses a nivel mundial, la aplicación de parámetros relativamente rígidos y estrechos a los hombres de Jupp Heynckes y su juego sería hacerles un flaco favor. A lo largo de la temporada que han demostrado ser un equipo capaz de adaptarse a cualquiera que sea la situación que enfrentan alineando el personal necesario para derrotar al adversario de turno. La intensidad y la presión alata junto con un buen toque de balón se superponen a cualquier consideración táctica convencional.
Nominalmente Heynckes y sus formaciones comienzan con un 4-2-3-1 nominal. Sin embargo, han demostrado ser extremadamente flexibles en el transcurso de la campaña, utilizando un 4-4-1-1, 4-4-2, 4-3-3 y 4-5-1 en varios puntos a lo largo de sus partidos, dependiendo de las circunstancias.
Estilísticamente ha sido una historia similar. Mientras que en la Bundesliga dominan en gran medida la posesión del balón en base a su superioridad técnica en la Liga de Campeones han sido capaces de mostrar sus diferentes caras. Ha habido partidos en los que han renegado de la posesión del balón y han decidido jugar al contraataque, como ante la Juventus en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League y ante el Barcelona en los dos partidos de la semifinal del mismo torneo.
Los diferentes matices en los respectivos ‘Nos 10’ de los muniqueses, Toni Kroos y Thomas Müller, han sido una razón clave para esta flexibilidad. Ambos son jugadores muy inteligentes continuamente a la búsqueda de espacios y se encuentran, sin duda, entre los más importante del mundo en lo que se relaciona con el uso y la interpretación de espacios y tiempos en el campo de juego.
Müller lo hace en gran parte con la esperanza de contribuir en un momento decisivo en el último tercio del terreno, ofreciendo verticalidad y valor añadido al juego del Bayern. Por otro lado, Kroos varía sus movimientos al pasar de un lado a otro del campo de juego creando de esta manera superioridad numérica en los flancos y ayudando a Javi Martínez y Bastian Schweinsteiger a dominar la posesión y dictar el ritmo de juego en los partidos.
*Bayern Munich de Jupp Heynckes
Mientras que la función principal de un delantero es marcar goles, Mario Mandžukić ha demostrado que hay más elementos que considerar en esta función en un alto nivel competitivo no solamente el enviar el balón al fondo de la red. En los últimos tiempos equipos como el Barcelona y en menor medida la Alemania de Jogi Löw, han demostrado que es posible jugar y tener éxito sin un delantero tradicional en el ataque. No obstante, Mandžukić ha demostrado que tener un punto central de referencia, el hombre en punta clásico, sigue siendo importante y a menudo vale su peso en oro.
A lo largo de la temporada, el croata, tras llegar en el verano del 2012 desde el Wolfsburg, ha sido una excelente primera línea de defensa del Bayern Munich y ha demostrado ser una mejora respecto de las aportaciones de Mario Gómez. A pesar de que no tiene la habilidad de Gómez habilidad para simplemente estar en el lugar correcto en el tiempo justo e impulsar el balón hacia la red ha sido una fuerza impulsora para el Bayern esta temporada aportando presión alta sobre las defensas contrarias y un compromiso y determinación incuestionables.
Otro aspecto que vale la pena anotar es el de la dinámica de juego y la intención detrás del objetivo de controlar el balón. Parece fácil decirlo pero los mejores pases en el fútbol no son los que van de lado a lado del campo de juego excepto si ello ocurre muy cerca del área rival. Mientras que mantener la posesión es preferible, la posesión por la posesión misma es, honestamente, algo bastante inútil. El objetivo final será siempre la de poner la bola en el fondo de la red y nunca pasarse el balón cincuenta veces por partido en el medio del terreno sin verticalidad.
Son los pases verticales, en particular, los que deben culminar una llegada en ataque los que se están convirtiendo en algo cada vez más importante. Con equipos como el Bayern Munich, Borussia Dortmund, Barcelona de Guardiola y el Athletic de Bilbao (más en la temporada pasada) que adoptan radicalmente presión alta y pases con intención la necesidad de tener jugadores en las posiciones adecuadas para romper las líneas adversarias vía desmarques de ruptura y pases precisos ha demostrado ser particularmente relevante.
Por lo tanto parece estarse ante una etapa de transición entre el denominado Tiki-Taka tradicional y el Tiki-Taken pues lo que el Bayern y el Borussia Dortmund han producido esta pasada temporada ha sido algo así como un tiki-taka con un motor turbo añadido. Si bien por muchos momentos el tramado de pases cortos e intrincados ha sido una característica notable y prominente en el juego del Bayern, la actitud general ha sido una de mayor verticalidad, sobre todo durante la transición de defensa al ataque.
Es un equipo lleno de potencia y velocidad, así como poseedor de una excelente técnica, capacidad de contraataque y transición desde sus propias líneas defensivas al último tercio del campo de juego en funciones de ataque lo que les ha colocado por encima de sus rivales.
El estilo de juego y la filosofía conservan los rasgos de tiki-taka, pero está tal vez más cerca de la filosofía de Marcelo Bielsa (Bielsismo) debido a su alto ritmo y alta presión lo que ha sido posible gracias a los fichajes clave del verano por el aspecto físico y la calidad de jugadores como Javi Martinez clave y la velocidad de los que ya estaban, Arjen Robben, Franck Ribery y Thomas Müller. Con una línea defensiva no tan retrasada y presión en todo el campo de juego aparentemente en boga entre varios de los mejores equipos de Europa, tales transiciones de ritmo en velocidad y el mantener un tempo alto parecen destinadas a convertirse en un elemento básico de crecimiento en el fútbol competitivo europeo de alto nivel.
* Por: Raúl Vergara @RaulVB